En el estado melancólico que
parece acompañarme el día de hoy, he decidido dedicarle este espacio a recordar
los amores que he llegado a conocer en mis 27 años de existencia, quizás mi
repertorio sea escaso a comparación de muchos y muy probablemente ninguno de
los involucrados lea estas líneas, sin embargo no importa ya que esto es solo
una manera de reminiscencia de mi parte.
¿Quién posiblemente ha logrado
olvidar su primer amor? ¿O su primer beso? Sé que yo no, ese primer momento incomodo
donde no sabes exactamente que decir o hacer y simplemente sigues el impulso
que te llevo hasta ahí. Se dice que el primer amor no está hecho para perdurar,
sé que en mi caso es cierto ya que de aquel breve romance solo me queda el recuerdo
de tres días. Todo es color rosa, todo es lindo y el simple hecho de escucharle
es suficiente para poner una sonrisa en tu cara, las mariposas revolotean en tu
estómago y te dan ganas de golpear a alguien (bueno, quizás no a todo el mundo
le suceda esto). Sin embargo el primer amor es lo que es, el primero y cuando
termina te sientes peor que cuando empezó, porque las mariposas siguen ahí, la
sonrisa todavía aparece al escucharlo, pero sabes que no es para ti.
Después descubrí lo que era un
amor de ensueño, aquel que creíste que nunca llegaría, que esa persona no voltearía
a verte de esa manera sin importar que y por lo tanto no estás del todo
segura de que sea verdad, como cuando te
das cuenta de que estas soñando y puedes hacer todo lo que siempre quisiste pero
no podías en el mundo real, pero siempre con el miedo constante a despertar y fue justamente lo que sucedió, despertar del
sueño, recuerdos que a lo largo del día empiezas a olvidar, cosas que aunque lo
intentas no puedes detallar o siguiera explicar el por qué termino, aunque la
respuesta es fácil, porque eso es lo que los sueños hacen, llega el día,
despiertas y el sueño termina, no sin la promesa de que llegará otro mejor la
noche siguiente. Y antes de dormir te quedas pensando “Quizás vuelva a soñar
esta noche”.
El siguiente fue un amor más realista pero igual
de imperfecto, quizás fue por todas esas imperfecciones que ha sido hasta ahora
el más duradero, al final de este las mariposas no revoloteaban tan fuerte, la
sonrisa no llegaba tan fácil y la sensación de ensueño se perdió, sin embargo
me llenaba de una sensación de confianza que no había sentido antes, cuando
conoces los defectos de alguien sabes que esperar, dejas que conozcan tus
fallas y te dejas ver vulnerable ante alguien, quieres saberlo todo de la
persona y a la vez deseas que tengan el mayor conocimiento sobre ti, metas a
futuro, confianza, comunicación y respeto fueron la base para este amor, sin
embargo el tiempo es cruel y conocer a fondo a una persona siempre es un arma
de doble filo, las palabras pueden convertirse en algo más dañino que una daga
y el saber que algo no está en la naturaleza de esa persona no hace que dejes
de desear que lo estuviera, la separación es amarga, larga y dolorosa. Algunas veces
te sientes culpable de extrañarlo, otras sabes que es mejor así por que tener la certeza de que alguien no es
para ti no hace que mágicamente dejes de desear que lo fuera.
Justo en medio del amor anterior
conocí otro tipo de amor, un tipo de amor pasional que simplemente te consume y hace que pierdas la
mayor parte de la razón, aunque este tipo de amor rara vez es duradero.
Y finalmente esta aquel amor al
que nunca se le permitió inclinarse hacia el lado romántico, aquel que, aunque se cortaran las alas, se negó
a desaparecer y termino convirtiéndose en algo más. Otros amores vienen y van,
pero este te acompaña a los largo de los años, bajo un nombre menos llamativo
pero igual de significativo, cariño transformado en verdadera amistad. Sin
importar cuantos años pasen o cuantas otras personas lleguen a tu vida,
aquellos que se vuelven amigos de esta manera siempre tendrán un lugar
inamovible dentro de ti.
Ahora me encuentro a la espera, ¿Qué
nuevo tipo de amor entrará esta vez por medio de un par de ojos incautos?